Hay pocas dudas sobre el siguiente hecho: somos producto de los medios.
¿Qué medios? dirán unos. Pues claro, pensarán otros, y algunos relativizarán el asunto produciendo paralelismos entre la televisión y el teatro o el fuego (etc.) o conceptualmente convirtiendo cualquier manifestación de la creatividad y/o comunicación humanas en un medio; y tendrían razón. Después de todo, el prisma cultural a través del cual lo vemos todo está moldeado por las fuerzas de lo que nos rodea, intencionalmente o no.
¿Qué medios? dirán unos. Pues claro, pensarán otros, y algunos relativizarán el asunto produciendo paralelismos entre la televisión y el teatro o el fuego (etc.) o conceptualmente convirtiendo cualquier manifestación de la creatividad y/o comunicación humanas en un medio; y tendrían razón. Después de todo, el prisma cultural a través del cual lo vemos todo está moldeado por las fuerzas de lo que nos rodea, intencionalmente o no.