esos momentos de ipod

la primera vez que recuerdo que pasó fue probablemente en mayo... en primera porque en mayo ya había llegado ana, y en segunda porque la primera vez que recuerdo que pasó, me subí al metro, y de haber sido junio o julio, no lo habría hecho. esto, porque ana trajo mi ipod, este objeto personalizado y fantástico que recibí con el cariño con que se recibe a un hijo - supongo - en mayo, y en junio cambié el metro por la bici. mayo. después de haber alojado en él toda esa música que vengo acumulando desde napster, salí algún día hacia la universidad desde mi casa, me conecté los audífonos y le dí play al género "alternative" que he asignado, de alguna forma, a la música que me recuerda a los noventa y a radioactivo (98.5)... y una tras otra, desde que salí del departamento hasta que llegué al metro, bajé las escaleras y me enfilé al primer vagón, fueron escogiéndose, a través de la voluntad caprichosa del ipod, i.e. el shuffle, rolas que apilaban alegría sobre mí.

el metro toma como 5 minutos en llegar a la estación donde me bajo a tomar un autobús, que toma otros 5, más o menos, en llegar a la estación donde me bajo a caminar, otros 5 minutos, a la universidad, lo que representaba al menos otras 5 capas de alegría sobre las que ya traía, dependiendo de la destreza del ipod. así, extasiado por las ocurrencias del shuffle, llegó el metro, y con él, la sorpresa de que en el mismo vagón, en la misma puerta, estaba xidong... uno de mis compañeros chinos. imposible ya para este momento hacerme pendejo, y resignado, pausé el entusiasmo que mi ipod compartía conmigo e hice algo de plática menuda con el camarada. me pasó hace poco con un compa paquistaní, también y quizá con alguien más...

el punto en realidad no es la interacción social, que es igualmente nimia en un encuentro como este, pues lo que quiera que se haya tratado en ambas conversaciones, u otras en entornos comparables, ya lo olvidé... el punto, creo, es que séalo o no, siento como una descortesía el aislarme así de alguien, junto con el cargo de conciencia que interfiere, además, con la posibilidad de continuar con mi extático deleite de lo que viene metido en esas canciones que apilan alegría sobre mí.

la contraparte es, sin embargo, el exceso, parece. así, por exceso de deleite, tuve que esperar más de 20 minutos en un vagón del metro que se encontraba detenido alguna vez, cosa que pude haber evitado, de haber escuchado la información que venía del conductor a través del sistema de audio... del tren. esto, y quizá otras muchas cosas que probablemente me he perdido por estar envuelto en lo que mi ipod tiene a bien proveer. [el artículo referido es largo, pero excelente...] pero hay veces que me parece que no hay nada que enriquezca una experiencia tanto como el musicalizarla correctamente... una tarde de lluvia en el tram con pink floyd... un viaje en tren con philip glass... un café con brad mehldau de fondo... o algo de bossa nova mientras se camina bajo la nieve.

evítese la pena...

el otro día, es decir, el 20 de enero, como consta a continuación, comencé un tercer blog, esta vez en wordpress. bien. el mundo del blog es bastante más complejo de lo que me imaginé. sobra decir que hay muchas páginas que ofrecen el servicio de 'hostear' el blog de uno. una de ellas es esta, y otra, en donde se encuentra el blog de mike es wordpress... desde que me platicó al respecto, me quedó la duda... y pues lo intenté... aquí lo escrito:

d90.5l2
20.11 - 20.01

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venga… pues la última vez que escribí, en el otro blog era 20 de noviembre. hoy, 20 de enero pensé que tal vez era buena idea hacer algo al respecto. me acordé de mike, quien cerca de su taco número 300 (desde el pasado octubre) en diciembre, me contó sobre su propio experimento mientras disfrutabamos de los entonces nuevos ‘tacos de trapo’ que el buen hombre y mi hermano tuvieron a bien presentarnos. de allí que me mudara a wordpress. nada contra el otro blog-host, pero parece que este tiene más truquitos. ya se verá.

en el tiempo que pasó desde el XCIX (nonagésimo noveno) aniversario de la revolución mexicana [coincidencia] olvidé escribir sobre el viaje con los físicos del reino unido, una que otra cosa antes de navidad en casa y año nuevo… y el regreso aquí. así es que ahora trataré de hacer esto un poco mejor.

espere usted la siguiente entrada sobre “esos momentos de ipod”.

descubrí que wordpress es una empresilla de internet de algún fulano que cobra por todo lo que uno quiere hacer fuera de lo ordinario, si es que cambiarle los colores a las letras cuenta como fuera de lo ordinario. por supuesto que se ha hecho de seguidores y etc., pero en mi muy humilde e ignorante opinión, si supone que alguien va a pagar por algo que consigue gratis en otra parte, algo se le perdió mientras se le ocurría su plan de negocio.

así es que allí está wordpress...